"Los poemas adriáticos de Tom Schulz contemplan nuestro planeta en su belleza, la diversidad de cosas, plantas y seres vivos que están expuestos a un peligro destructivo cada vez mayor. Las preguntas evocadas poéticamente sobre un medio de vida en y con la tierra crean nuevas connotaciones y un espacio de imaginación que hace reconocibles y tangibles el lugar y el tiempo. El rigor lingüístico y formal contrasta con la estética de la belleza natural y la abundancia sensual. - Los lugares también ocupan un lugar central en el segundo gran ciclo del volumen: En ellos nos encontramos con historias y biografías de figuras literarias, desde los Günderode y Novalis hasta Johannes Bobrowski y Uwe Johnson. Se evocan a partir de la atmósfera de su entorno, ya sean topografías urbanas o paisajísticas y estados de ánimo. Éxito y fracaso, felicidad y circunstancias trágicas se transforman en cristalina música lingüística." (Editor)