Dos hermanas: una trabaja sobre todas las injusticias de nuestro presente, la otra sobre el ideal de familia burguesa; para una, ser negro es una categoría política, para la otra, ser madre. En su novela de debut, Yandé Seck narra de forma inteligente, esclarecedora y sutilmente humorística las ambivalencias que tenemos que soportar a pequeña y gran escala.

Dieo vive con su marido Simon y sus tres hijos en un bonito piso antiguo del barrio Nordend de Fráncfort. Sufre por las insatisfechas exigencias de la sociedad como madre, pero sobre todo son las constantes críticas de su hermana pequeña Zazie a todo y a todos lo que le crispa los nervios. Simon, un hombre blanco de mediana edad y empleado en una empresa financiera, también es blanco repetido de las críticas de su cuñada, que cada vez se desespera más ante la sociedad racista y sexista.

Cuando el padre de las hermanas, un obstinado fan de Nietzsche que llegó a Alemania desde Senegal hace más de cuarenta años, muere inesperadamente, la estructura familiar cuidadosamente calibrada se desequilibra. Las hermanas viajan al país de su padre para el funeral. La despedida se convierte en un nuevo comienzo para ambas, en muchos sentidos. (Editorial)