A partir de un registro de los primeros seis meses de la guerra librada por el ejército israelí tras los atentados del 7 de octubre y basándose en una amplia gama de fuentes internacionales, Didier Fassin examina cómo la mayoría de los gobiernos occidentales han consentido y, a menudo, contribuido a la destrucción, por parte del ejército israelí, de Gaza, sus viviendas, infraestructuras, hospitales, instituciones educativas y población civil. Para justificar su apoyo y evitar críticas, han proporcionado una versión oficial de los acontecimientos, adoptando la narrativa israelí. Esta fue ampliamente difundida por los principales medios de comunicación, que ignoraron las experiencias y perspectivas de los palestinos. Las voces disidentes fueron silenciadas. Se impuso un control del lenguaje y el pensamiento. La censura y la autocensura se normalizaron. Pedir un alto el fuego o exigir el respeto del derecho humanitario bastaba para provocar la acusación, siempre lista, de antisemitismo. Explorando las múltiples dimensiones de la extrema desigualdad de vidas entre las dos partes del conflicto y analizando los complejos intereses geopolíticos, económicos e ideológicos que lo sustentan, Fassin pretende constituir un archivo de esta abdicación moral. En su opinión, el abandono de los valores y principios proclamados por las élites occidentales como fundamentales dejará una profunda cicatriz en la historia del mundo. (Editorial)