Chicas malas, libros oscuros

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Chicas malas, libros oscuros

El thriller literario y erótico "Miller's Girl" de Jade Halley Bartlett es una mezcla extraña y siempre sorprendente de cine "Young Adult" en la que el mundo supuestamente tedioso de los libros se topa con los furiosos adolescentes del Tik-Tok.
Miller's Girl
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Jenna Ortega

Miller's Girl,  la singular película de Jade Halley Bartlett sobre una chica de 18 años que eclipsa a su profesor de escritura creativa, y no sólo en términos literarios, no es en realidad tan mala como los críticos de cine estadounidenses piensan.  Y en todo caso, habría que preguntarse si todos estos críticos han leído acaso alguno de los libros que tan importante papel juegan en esta película.

Miller's Girl

USA 2024 | 94 minutos

Por supuesto, a la película se le pueden reprochar sus frases eróticas siempre abstrusas y el extraño interludio teatral a mitad del metraje, pero por otro lado, el guion escrito por Bartlett y su puesta en escena tienen mucho que ofrecer y sorprende y asombra una y otra vez. Quizá también debamos tener en cuenta que estamos ante algo así como un diseño a contracorriente de Los que se quedan, de Alexander Payne, una película que también trata sobre un profesor universitario fracasado que se acerca a un alumno un poco más de lo habitual. Y, por supuesto, también estamos muy, muy lejos de películas de utopía docente como El club de los poetas muertos (1989), de Peter Weir.

No, hay que descartar estos formatos o divertirse con la fricción, porque Miller's Girl se parece más a películas del género relativamente reciente del cine "Young Adults" y su equivalente literario, que en cierta forma recuerdan a las fotonovelas románticas, pero luego también poseen cualidades y recursos inesperados, como la precuela de Tributo a Panem La balada de los pájaros cantores y las serpientes (2023) o el horror de Muerte, muerte, muerte, de Halina Reijn, que envía a los adolescentes de TikTok a un viaje de terror en un histérico estado de emergencia.

La versión de Jade Halley Bartlett tiene mucho en común con estas películas, pero también mucho de nuevo. Y no es sólo la actriz principal, Jenna Ortega, que aquí como Cairo Sweet (nomen est omen) juega con su mohín dulce y oscuro a la vez y su superioridad amoral de la misma manera que lo hizo en Miércoles, la serie de Netflix y adaptación de la Familia Addams.

No, Jonathan Miller, su contraparte, el escritor fracasado y profesor de escritura creativa , interpretado por Martin Freeman, también está en plena forma. No sólo porque se encuentra en un duelo literario con una alumna mucho más joven, sino también porque tiene que lidiar con un complejo de Lolita cada vez más dramático, ya que Cairo Sweet acaba quedándose sin libros.

Vladimir Nabokov | Lolita

En un momento dado, la película pasa de modo casi experimental de Vladimir Nabokov y su Lolita a Henry Miller y Jonathan Miller (otro nomen est omen), adopta unos cuantos papeles secundarios estrafalarios -Beatrice, la exitosa esposa de Jonathan, que saborea hasta la última gota de alcohol, su colega Boris y Winnie, la amiga de Cairo-  y se embarca de hecho en un viaje que se enreda constantemente y está cargado de descubrimientos insólitos. Estos van desde la constatación de que las flores crecen incluso en los cementerios hasta la lección vital de que los pequeños fantasmas se reconocen entre sí, pasando por el peligro de la literatura y, como en Fontane, las tormentas insinúan lo que todo el mundo ya sospecha en secreto.

Henry Miller | Trópico de Cáncer

Puede sonar un poco irónico y quizá sepa a sushi de gasolinera, pero los diálogos de Bartlett y sus escapadas literarias son tan divertidos como los retozones actores, que casi acaban con Chéjov y una guerra de generaciones y culturas vitales. Por supuesto, esto no es Rusia, pero el Tennessee de los estados del sur, que aquí cobra protagonismo, es tan sensual como la vieja Rusia de Chéjov. Y todo conocimiento es tan fútil como la muerte.

Película reseñada (breve descripción y créditos)