Frontera de memoria
Eriskay ConnectionArturo Soto | Border Documents | The Eriskay Connection | 152 páginas | 25 EUR
Arturo Soto, nacido en México en 1981 y residente en Los Ángeles, creció escuchando las historias de su padre, que pasó su juventud en las ciudades hermanas de Juárez (México) y El Paso (EE UU). Fascinado por la medida en que estos lugares habían cambiado en el transcurso de una generación, Soto comenzó a recopilar y organizar las historias de su padre y, finalmente, a localizarlas fotográficamente. Border Documents (Documentos fronterizos) es el resultado de esta larga aproximación: un archivo personal de acontecimientos ordinarios que muestra cómo los sentimientos permanecen vinculados a los espacios públicos y cómo la memoria da forma a un paisaje.
Soto fotografía los lugares en los que transcurrió la vida de su padre: calles, tiendas, estaciones de tren, hileras de casas. Sus imágenes en blanco y negro son deliberadamente poco espectaculares, casi objetivas, pero la historia vibra bajo la superficie silenciosa. La mirada no se centra en lo sensacional, sino en lo cotidiano: en la belleza banal de los espacios intermedios, en lo que queda. Los textos que las acompañan —fragmentos breves y precisos de conversaciones con el padre— generan un movimiento rítmico entre las palabras y las imágenes, entre la memoria y el presente. El resultado son distintos niveles temporales que se superponen y hacen visible un territorio que es a la vez biográfico, geográfico y político.
Es precisamente en esto en lo que Border Documents se diferencia de los reportajes reduccionistas que suelen circunscribir la región fronteriza a la violencia, el narcotráfico o la migración. Soto contradice este reduccionismo al mostrar la vida más allá de los titulares: la tranquila persistencia de las relaciones, las rutinas y los anhelos. Su obra nos recuerda, como afirmó el geógrafo Edward Soja, que las biografías son tanto geografías como historias. En la obra de Soto, el espacio fronterizo se convierte en un espacio emocional en el que confluyen recuerdos personales y estructuras globales.
Es precisamente en este momento, en el que la política estadounidense vuelve a caracterizarse por una retórica de la demarcación, cuando la obra de Soto adquiere una candente actualidad. El regreso de Donald Trump a la arena política —con repetidos llamamientos a la ampliación de las instalaciones fronterizas, la deportación de cientos de miles de migrantes y el establecimiento de los llamados «campos de deportación masiva»— ha vuelto a situar la frontera en el centro de un debate polarizado. Las imágenes que dominan la comunicación política muestran muros, personas uniformadas, vallas y alambre de espino. Soto, en cambio, nos muestra una perspectiva diferente: nos recuerda que la frontera no es solo un símbolo político, sino un espacio vivo y real, habitado por personas que llevan consigo historias cotidianas, esperanzas y recuerdos.
De este modo, Border Documents se convierte en una réplica al lenguaje simplista del poder. Contrarresta la lógica de la compartimentación con una ética de la visión, una forma visual de empatía. La fotografía se convierte en un medio de resistencia contra el olvido, contra la reducción de realidades complejas a palabras de moda como «huida» o «seguridad». En un momento en que los eslóganes políticos sobre la migración se han convertido en herramientas de campaña electoral, Soto muestra lo que el debate ha perdido casi por completo: la humanidad de quienes viven a la sombra de esta retórica.
El fotolibro es de pequeño formato y de materialidad íntima, un objeto que se sostiene en la mano en lugar de exhibirse en una vitrina. Su forma refleja el enfoque de Soto: lo sosegado, lo sutil, lo reflexivo. Los textos y las imágenes pueden leerse como documentos, pero también como huellas de una historia familiar que se inscribe en la estructura más amplia de la globalización y el comercio, el cambio y la pertenencia.
La mirada de Soto siempre es doble: personal y analítica al mismo tiempo. Su formación académica —doctorado en Bellas Artes por la Universidad de Oxford, licenciaturas por la School of Visual Arts y el University College de Londres— se hace patente en la claridad conceptual de su proyecto, sin privarlo de calidez emocional. Además de su trabajo fotográfico, Soto ha sido comisario (en particular, de la exposición Foreign Correspondence en la Architectural Association de Londres), ha participado en plataformas internacionales (Forecast Platform, Haus der Kulturen der Welt) y ha escrito para publicaciones como VII Insider, C4 Journal y Photo-Eye. Su obra ha sido expuesta en todo el mundo y aparece en libros como Imaginaria y el Atlas subjetivo de México.
Border Documents reúne todas estas vertientes: investigación, memoria, observación. Es el retrato de una región que desempeña un papel central en el comercio global y que, sin embargo, en la percepción pública a menudo se reduce a un símbolo de conflicto. Soto la abre de nuevo, mostrando su complejidad, sus contradicciones y su intimidad.
Es un retrato de una región que juega un papel central en el comercio global y que, sin embargo, en la percepción pública a menudo se reduce a un símbolo de conflicto. Soto la abre de nuevo, mostrando su complejidad, sus contradicciones y su intimidad.
De este modo, este libro se convierte en algo más que una colección de imágenes: es un contraarchivo silencioso, un intento poético de repensar la frontera, no como una línea de separación, sino como una zona de contacto. Border Documents nos recuerda que cada lugar es también un lugar interior, y que la memoria, cuando se convierte en fotografía, salva el tiempo que nos separa.
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