Franz Kafka conoce a Agatha Christie
Kiepenheuer & WitschDaniel Kehlmann | Daniel Kehlmann über Leo Perutz | Kiepenheuer & Witsch | 112 páginas | 20 EUR
Si se toman en serio las citas de colegas sobre Leo Perutz, el escritor, que nació en Praga, Austria-Hungría, en 1882 y murió en Bad Ischl, Austria, en 1957, debe ser un autor famoso y muy leído hasta el día de hoy, a la altura de Robert Musil, Stefan Zweig, Rainer Maria Rilke o Kurt Tucholsky. Friedrich Torberg incluso compara a Perutz con Franz Kafka, que trabajó en la misma compañía de seguros que Leo Perutz. Para ser precisos, Torberg califica a Perutz de "paso en falso entre Franz Kafka y Agatha Christie". En otras palabras, un "bastardo" entre el escritor más importante en lengua alemana y la novelista policíaca británica de más éxito. Una mezcla de expresionismo literario y suspense sofisticado y psicológicamente construido.
Agatha Christie sigue siendo leída y sus obras se sigue adaptando al cine y la televisión. Franz Kafka incluso inspira a la Generación Z a publicar memes absurdos y tristes en Tiktok. Leo Perutz, en cambio, es considerado un escritor de éxito del siglo pasado, un autor de culto en el mejor de los casos.
Daniel Kehlmann ha escrito este homenaje para cambiar eso. El autor, que también procede de Austria, tiene un interés personal. Para Kehlmann, Perutz no es sólo un gran escritor cuyas novelas devoraba cuando era adolescente, sino también un referente que le inspiró a escribir y en el que se inspiró.
Kehlmann sólo menciona brevemente dos razones por las que Leo Perutz ha sido olvidado: después de que los nacionalsocialistas tomaran el poder, su editor, Paul Zsolnay, rompió con todos los autores judíos. Para salvar su vida, Leo Perutz emigró a Palestina. Tras la capitulación del Tercer Reich, el mismo editor no quiso imponer temas judíos a sus lectores, ya que recordar al pueblo de los perpetradores y cómplices sus crímenes no favorecía las ventas.
Una tercera razón por la que Perutz cayó en el olvido, según Kehlmann, es la discreción y reserva del escritor. A diferencia de muchos de sus colegas -entonces como ahora-, Perutz no revelaba nada sobre su vida privada. Prefería dejar que sus escritos hablaran por sí mismos.
Daniel Kehlmann, nacido en Múnich en 1975, ha sido galardonado en numerosas ocasiones por su obra. Su novela "La medición el mundo" es uno de los libros alemanes de más éxito de la posguerra. "Tyll" figuró durante meses en las listas de los libros más vendidos y fue finalista del Premio Internacional Booker. Su novela más reciente, "Lichtspiel", también fue un gran éxito. Daniel Kehlmann vive en Berlín y Nueva York.
Así pues, Kehlmann no ofrece detalles biográficos completos ni paralelismos entre la vida y la obra de Leo Perutz. Analiza en mayor profundidad sus novelas, especialmente De noche, bajo el puente de piedra, publicada en 1953. El método utilizado por Kehlmann es bastante inusual: debido a la compleja estructura dramática - catorce historias aparentemente independientes se complementan entre sí para formar un "Amour fou" de múltiples capas de la Praga del siglo XVI - Kehlmann vuelve a narrar toda la novela.
Al principio, uno se pregunta si no sería mejor leer el original. Pero tras unas pocas frases, queda claro que Kehlmann está analizando y planteando con elegancia las cuestiones que preocupaban a Perutz: ¿Está la vida predeterminada, o el hombre es libre de forjar su propio destino? ¿Existe una sola realidad, o hay varias realidades, o verdades, que coexisten? Según la perspectiva que se adopte, ¿qué grado de conocimiento o nivel de conciencia se alcanza?
Muchas novelas que tratan estos temas tienden a convertirse en novelas de tesis. El autor plantea una hipótesis e intenta darle vida a través de sus personajes. A Perutz no le interesaban tales maniobras "didácticas". Quería entretener y, al mismo tiempo, retratar la realidad en toda su complejidad. Si era necesario, incluso varias realidades.
De noche, bajo el puente de piedra trata del amor fatal entre el emperador de los Habsburgo, Rodolfo II, y una mujer judía, Esther, así como del rabino Löw, que intentó proteger a su pueblo y cumplir al mismo tiempo las exigencias del emperador mediante la brujería mágica.
Daniel Kehlmann nos muestra de forma extraordinaria cómo Perutz abandonó las formas narrativas obvias y dramáticas para optar por estrategias narrativas ambiguas que lo acercan al género de la fantasía.
La narración multiperspectiva y la existencia de múltiples realidades ya no suenan a ficción anticuada del siglo XX. Ambas son ingredientes clave del éxito de las series dramáticas modernas, que tan solo llevan unos 20 años inspirando y cautivando a un público de millones de personas.
Este homenaje a Leo Perutz es una lectura esclarecedora y una buena introducción a su obra, y no sólo para lectores interesados en cuestiones metafísicas y narrativa serial. A lo largo de la lectura, Daniel Kehlmann ofrece una visión de sus propios métodos de trabajo como escritor. Son más convincentes e inspiradores que muchos de los "manuales de escritura" que inundan actualmente el mercado editorial.